Sunday, February 17, 2013


El Meteorito



Era el momento. Había que hacer un reconocimiento mucho más cercano de la humanidad de aquel mundo. No se había hecho tal acercamiento durante muchos ciclos galácticos, porque había que dejar que la Ley fluyera naturalmente, incluyendo las características mutantes de aquella humanidad que había surgido brusca e inexplicablemente en el tercer planeta. Pero las cosas habían llegado a un extremo y por ello se había tomado la gran decisión, con el riesgo de interferir la Ley. Todos sabían lo que eso podía significar. Incluso los humanos del tercer planeta lo habían descrito bien con aquella idea de la mariposa cuyo aleteo podía causar a la larga un huracán en un lugar lejano.

La decisión no había sido fácil. Habían tenido que hacer contacto con otros mundos todavía más avanzados para consultarlos. La conciencia de la situación había sido difundida, y después de algunos ciclos decidida, por toda la galaxia. La Vía Láctea entera se había hecho responsable de lo que estaba por suceder, así que también estaba a la expectativa.

Había los medios precisos para ejecutar la acción. La nave de reconocimiento tendría la forma de uno de los asteroides del cinturón formado entre el cuarto y quinto planetas. Aparecería a los ojos de los astrónomos humanos justo un ciclo orbital antes del máximo acercamiento, con el objeto de hacerlo familiar y reducir el pánico general. Durante el máximo acercamiento la nave captaría la holosfera del planeta para poder analizarla. Casi al mismo tiempo, otro dispositivo sería arrojado al planeta a una zona despoblada. Este tendría la forma de un meteorito de tamaño menor, que al hacer contacto físico con la superficie proporcionaría otro tipo de datos sobre la manera como la humanidad se había relacionado con la naturaleza.

Además de los datos que generarían ambas naves estaba el suceso psicológico. La galaxia no tenía duda que la humanidad se pondría en un estado de alerta máxima. Se provocaría un cambio sustancial en la conciencia global. Sería un golpe quirúrgico al cuerpo psíquico de la humanidad para comenzar el despertar que tanto tiempo se había pospuesto.

Y sucedió. La nave en forma de asteroide se acercó exactamente como lo habían predicho los astrónomos humanos un año antes, provocando alerta, pero no pánico. El dispositivo en forma de meteorito cayó en un lugar despoblado, pasando cerca de una ciudad desde la que se difundieron imágenes a todo el planeta. Los datos comenzaron a fluir hacia el centro de la galaxia, donde fueron analizados.

Pero aquel memorable día en la vida del tercer planeta pasó como una anécdota más, y la humanidad mantuvo su estado psíquico. Siguió durmiendo. Había que hacer algo más para despertarla.

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